El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue diagnosticado con un cáncer de próstata en etapa agresiva, con metástasis ósea, según confirmó su oficina en un comunicado oficial. El diagnóstico se produjo tras una serie de exámenes médicos realizados la semana pasada, impulsados por un aumento en los síntomas urinarios del exmandatario. La evaluación reveló una puntuación de Gleason de 9, lo que indica un tipo de cáncer particularmente agresivo.
A pesar de la gravedad del diagnóstico, los médicos han señalado que el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo cual abre una ventana de esperanza para un tratamiento eficaz. "El presidente y su familia están revisando diferentes opciones de tratamiento con sus médicos", detallaron desde su entorno. La noticia ha generado una oleada de reacciones tanto en el ámbito político como en el público general, donde Biden sigue siendo una figura de peso.
Biden, quien dejó la presidencia en enero pasado tras decidir no buscar la reelección, enfrentó durante su mandato diversas especulaciones sobre su estado de salud. A pesar de que su médico lo había declarado apto para continuar en funciones a principios de 2024, el avance de esta nueva enfermedad marca un duro revés para el exmandatario de 82 años. Su sucesora política, Kamala Harris, no logró mantener el poder tras perder frente a Donald Trump en las últimas elecciones.