Este 2 de abril, se vive un contexto de cuarentena y Covid-19, donde la memoria a los caídos se expresará en banderazos, vigilias, recitales virtuales y el Himno Nacional entonado desde los hogares para continuar con el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
En 1982, cuando Leopoldo Galtieri era presidente de facto de la Argentina, tomó la decisión indeclinable de llevar al país a la guerra contra una de las potencias mundiales, hecho que dejaría una huella marcada en la historia de nuestro país.
A 38 años del conflicto bélico, nos contactamos con Ivan Ambroggio. Es Licenciado en relaciones internacionales ( UCC) especializado en Ciencia Política, Marketing, Defensa y Seguridad en EEUU. En su trayectoria profesional, publicó libros sobre política internacional y dos exclusivos sobre el conficto entre la Argentina y el Reino Unido. Su última obra “Malvinas, un pretexto para legitimar a un gobierno totalitario” lleva el prólogo de José Octavio Bordón.
Iván viajó a las Islas Malvinas por gentileza de LATAM, como corolario de su obra. Pudo conocer el territorio en general, lugares de batallas y a los isleños que la habitan.
“Malvinizar, contar la historia y analizarla. Ese es el objetivo. Con testimonios, con voces, con plumas y tinta. Este es mi granito de arena. Respeto y honor para nuestros excombatientes.” Así describe Ivan Ambroggio, en su cuenta de twitter, el libro que escribió sobre las islas.
El libro le permitió a Iván conocer Malvinas, cuando llegar a este territorio reclamado por Argentina, era una travesía. “En ese momento no estaba activo todavía el vuelo desde Córdoba hasta las Islas Malvinas. Tuve que hacer la ruta Córdoba – Santiago de Chile – Punta Arenas – Río Gallegos – Malvinas (porque por Buenos Aires no pudimos coordinar las fechas de los vuelos ).
Entre las experiencias, sin dudas, una de las más fuertes fue la de conocer el cementerio de Darwin.
“Fui al cementerio de Darwin donde están los héroes argentinos. Los 649 héroes argentinos que siguen ondeando y defendiendo la Bandera Argentina en las islas del Atlántico Sur. Allí se respira coraje, arrojo y valentía. Allí el tiempo se detiene pero el viento no cesa. Pude expresarles mi respeto, pude ir a honrar a nuestros hermanos. Este era el objetivo de mi viaje: homenajear a los que dieron o arriesgaron sus vidas en el Atlántico Sur, por una causa justa pero por una decisión desatinada de un gobierno militar que buscó perpetuarse en el poder haciendo uso de una causa justa y de una causa nacional como es la soberanía de las islas del Atlántico Sur.”
– ¿Cómo se vive el conflicto de la soberanía entre los isleños, turistas y visitantes del entorno de excombatientes?
“El conflicto de soberanía circula por las calles. Ellos tienen como una de las principales fuentes de ingreso, al turismo. Está todo ambientado para el turismo. Por lo general los argentinos terminan hospedándose en residencias de chilenos. Viven un poquito más de 3.000 personas en toda las islas. De las cuales más de 2000 están en Puerto Argentino ( Stanley, para los británicos).
Hay bares como “Victory” que fue creado después de la guerra, en 1984, en donde se vive un clima muy hostil, sobre todo cuando saben de la presencia de un argentino. Hay problemas sociales como el alcoholismo, propio de estar aislados socialmente por el frio. La educación no es buena, lo cual fue un hallazgo para mí.
Para los británicos, los isleños son habitantes de segunda y los isleños perciben a los británicos como una clase superior. A los argentinos nos siguen viendo con recelo y con miedo. Ellos apelan al principio de autodeterminación de los pueblos, un principio del derecho internacional, para justificar su soberanía sobre las islas. Pero este principio no aplica en el caso Malvinas por tratarse de una población implantada por la misma potencia que usurpó las islas.”
¿En su opinión qué hace falta en el tratamiento del conflicto?
“Malvinas es un tema que está en boca de todos y en manos de poco a nivel mundial. Argentina tiene principios y argumentos más sólidos en materia de derecho internacional para efectuar los reclamos de soberanía, como es el principio Utti Possidetis iure, que significa Poseerás lo que Poseías. Esto significa que estas islas que pertenecían a España, pasaron a manos de la Argentina cuando nos indepedizamos.
Ese es uno entre tantos argumentos. Pero para los británicos ganar una guerra, otorga derechos. Esta es su concepción. “You have to remember the war”, le expresaban al excanciller argentino Rafael Bielsa”.
La importancia de las Islas Malvinas es geopolítica y estratégica. Esta cerca de la Antártida, la reserva de agua más grande le planeta, cerca del acuífero guaraní, de la selva amazónica de Brasil y de los hielos continentales argentino-chilenos. De cara al futuro conflicto mundial por la escasez de agua dulce en el mundo, esta base de apoyo en el Atlántico Sur es un sitio clave, de cara a lo que viene. En el mundo tenemos alrededor de 8 mil millones de personas, de las cuales más de 1500 millones ya no tienen acceso al agua potable.”
Los ojos continúan puestos en el futuro de este conflicto, siempre enmarcado en el statu quo global. El Brexit puede beneficiar a la Argentina debido al reordenamiento que esa situación puede generar. Ante esto Ambroggio expresa “la salida del Reino Unido de la Unión Europea golpeará la economía de las Islas, ya que, por ejemplo, el 70% de las exportaciones de las islas tiene como destino la UE y eso antes entraba sin ningún tipo de aranceles. Perderán esta ventaja económica, dejarán de recibir los millones de euros anuales para conservación de especies como el ponguino Rey, y también pierden el status de ciudadano comunitario, que es mucho más que cambiar viejos museos europeos por ostentosos bancos británicos”.
