Israel pone el fin a los ataques de Hezbollah como prioridad en su estrategia militar

Israel declara como objetivo principal detener los ataques de Hezbollah para permitir el regreso de los residentes desplazados del norte.
Israel declara como objetivo principal detener los ataques de Hezbollah para permitir el regreso de los residentes desplazados del norte.

En un giro significativo en su estrategia militar, Israel ha anunciado que su nuevo objetivo de guerra es detener los ataques de Hezbollah para permitir el regreso seguro de los residentes del norte a sus hogares. Esta decisión se produjo en medio de una creciente tensión y el desplazamiento masivo de personas debido a los constantes enfrentamientos a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano.

El martes, el Gabinete de Seguridad israelí formalizó esta meta, subrayando la importancia de restablecer la estabilidad en la región norte del país, que ha sido duramente afectada por los ataques casi diarios del grupo terrorista. Estos ataques se intensificaron tras el inicio de la guerra en Gaza, que comenzó el 7 de octubre con un ataque sorpresa de Hamas que dejó más de 1,200 muertos y alrededor de 250 rehenes en el sur de Israel. La ofensiva israelí subsiguiente ha causado más de 41,000 muertes palestinas en Gaza, una cifra que incluye tanto a combatientes como a civiles.

Israel ha respondido con bombardeos aéreos sobre Líbano y la eliminación de altos mandos de Hezbollah, pero la violencia ha persistido. La nueva postura del Gabinete de Seguridad, que se reunió hasta altas horas de la noche para discutir estos temas, busca un cambio fundamental en la situación de seguridad que permita a los residentes desplazados regresar a sus hogares.

A pesar de las intensas advertencias de Israel sobre una posible guerra total, el anuncio del martes podría ser en gran medida simbólico, sin un impacto inmediato en la política actual. Los líderes israelíes continúan contemplando la posibilidad de una operación militar más amplia en Líbano, mientras que las conversaciones para un alto el fuego con Hezbollah se han estancado repetidamente.

En medio de estos eventos, Estados Unidos ha instado a Israel a actuar con cautela. El enviado estadounidense Amos Hochstein advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que una escalada del conflicto con Hezbollah podría desencadenar una guerra regional prolongada. Netanyahu ha respondido que cualquier retorno a la normalidad en el norte de Israel depende de un cambio fundamental en la situación de seguridad.

Además, los medios israelíes informan que Netanyahu está considerando un cambio en el liderazgo del Ministerio de Defensa, lo que podría significar una postura más beligerante hacia Hezbollah. Este cambio sería el más significativo desde el inicio de la guerra con Hamas y podría afectar la dirección futura del conflicto.

Mientras tanto, el conflicto más amplio sigue involucrando a Irán y a sus aliados en la región. Un reciente ataque con misiles desde Yemen, apoyado por Irán, activó las sirenas antiaéreas en Israel, lo que podría presagiar una mayor respuesta militar israelí. Las tensiones entre Israel e Irán también se han intensificado, especialmente tras el asesinato del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán, un acto que Israel no ha confirmado oficialmente, pero que se atribuye comúnmente a su intervención.

El complejo panorama de la región, caracterizado por conflictos intermitentes, desplazamientos masivos y tensiones internacionales, continúa evolucionando, mientras las partes involucradas buscan una solución diplomática en medio de una guerra que ya ha causado un gran número de víctimas y una creciente crisis humanitaria.

Explosiones en localizadores de Hezbollah provocan muertos y heridos en Líbano y Siria

En una jornada de caos y desesperación, cientos de localizadores de mensajería pertenecientes a los miembros de Hezbollah estallaron casi simultáneamente en varias regiones del Líbano y Siria, dejando al menos ocho muertos y 2.750 heridos, según el ministerio de Salud libanés. Las explosiones, que se produjeron el martes, fueron atribuidas por Hezbollah a una presunta operación israelí, aunque Israel aún no ha comentado oficialmente sobre el incidente.

Los reportes indican que los estallidos afectaron tanto a áreas urbanas como a vehículos en circulación. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó que al menos 14 miembros de Hezbollah resultaron heridos en Siria, mientras que Saberin News, un medio vinculado a la Guardia Revolucionaria iraní, informó de siete muertos en el barrio chií de Seyedah Zeinab en Damasco.

Hezbollah, que mantiene una alianza estratégica con el grupo palestino Hamas y ha sido objeto de recientes ataques selectivos israelíes, ha culpado a Israel de las explosiones, calificándolas de “agresión criminal”. En un comunicado, el grupo prometió tomar represalias contra lo que consideran una provocación deliberada, sugiriendo que la respuesta se producirá “de donde el enemigo menos lo espere”.

El ministro de Información libanés, Ziad Makary, fue el primer funcionario en responsabilizar abiertamente a Israel por las explosiones. Makary también reveló que ha contactado a la ONU para exigir responsabilidades. En paralelo, el ministro de Telecomunicaciones del Líbano, Johanny Corn, mencionó que el cargamento de dispositivos explosivos llegó al país recientemente, y que las explosiones pudieron haber sido provocadas de manera remota. Corn subrayó la necesidad de investigar cómo y por qué estos dispositivos llegaron al Líbano, e instó a esclarecer su origen y la forma en que se activaron.

Este incidente marca un nuevo capítulo en la creciente tensión entre Hezbollah e Israel, que desde el estallido de la guerra en Gaza hace casi un año, ha visto un aumento en los enfrentamientos y ataques entre ambos bandos.

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