El papa Francisco aseguró hoy que “explotar a las mujeres es un pecado”, criticó su uso “como objetos” y pidió por “las jóvenes que deben vender su dignidad para tener un puesto de trabajo”.
“Explotar a las mujeres es un pecado contra Dios”, planteó el pontíce en su misa matutina, antes de pedir una oración “por las mujeres descartadas, usadas, por las jóvenes que deben vender su dignidad para tener un puesto de trabajo”.
Jorge Bergoglio criticó además la imagen de las mujeres como objeto del deseo “que se da hoy todavía”, durante la misa que celebró en la capilla de su residencia de Casa Santa Marta.
“En los programas de televisión, en las revistas, en los diarios, se muestra las mujeres como un objeto de deseo, de uso, como en un supermercado”, lamentó el Papa.
“La mujer, quizás para vender cierto tipo de tomates, se vuelve un objeto, humillada, sin ropas”, criticó Francisco y subrayó que “se vuelve material de descarte, de la losofía de usar y tirar y no parecen personas”.