Hace casi dos años, Rodolfo Tissera asesinó de tres disparos por la espalda a su ex novia de 19 años, Giuliana Silva, con quien tenía un hijo de casi un año y medio. Ella lo había denunciado seis veces por violencia de género y tenía un botón antipánico. Hoy finalizó el juicio en su contra, donde se lo condenó a cadena perpetua (35 años) por el femicidio.
Si bien Tissera había confesado el crimen, por lo que el juicio fue abreviado, la familia de Giuliana tuvo que esperar todo un año para que finalice la instancia judicial. Además, admitió sus actividades delictivas, relacionadas a robos y venta de droga en Villa La Lonja.
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En diálogo con La Voz, el padre de Giuliana, Diego Silva, sostuvo: “Escuchar todo de nuevo es muy doloroso. Pero quiero que mi hija descanse en paz. Tissera no se mostró arrepentido, tiene una frialdad increíble. Encima pidió ver a su hijo, un caradura. No se lo vamos a permitir”.
Paralelamente, se desarrolla en la Fiscalía especializada en lo Penal Económico una investigación para tratar de determinar si en el caso de Giuliana hubo incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que la joven había denunciado seis veces al agresor.
Al respecto, Daniela Morales Laenza, abogada querellante en la causa, indicó que “Dos días antes de que Tissera la asesinara, la fiscal de Violencia Familiar, Betina Croppi, había ordenado la detención del hombre, que nunca se concretó por parte de la Policía. Por ello está en investigación qué pasó en el proceso”. “La de Giuliana fue una muerte anunciada”, agregó.
Con información de La Voz