Distintos sectores del continente europeo se encuentran en una situación crítica ante lo que se le llama la cuarta ola de coronavirus. En las últimas horas los Países Bajos fue el epicentro de una violenta protesta de personas que se rehúsan a las nuevas medias de confinamiento estricto impuestas por el gobierno local.
En los enfrentamientos con la Policía hubo por lo menos dos manifestantes que recibieron disparos. Los principales disturbios se dieron en la ciudad portuaria de Rotterdam. El pasado 12 de noviembre el Gobierno de Países Bajos había anunciado el 12 de noviembre el cierre nocturno del país, con una vigencia de tres semanas que obliga a bares y tiendas a cerrar a las 20.00 y una ampliación de los sitios en los que es necesario presentar el pase sanitario para poder acceder.
“Esto no tiene nada que ver con manifestarse, sino con escoria rebelde y seguidores ingenuos y estúpidos”, denunció el Consejero Delegado de la Policía Neerlandesa, Koen Simmers.
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En línea similar, Austria y Alemania también debieron establecer medidas sanitarias para contener la ola de contagios de coronavirus. El gobierno austríaco anunció este viernes el cuarto confinamiento general desde el inicio de la pandemia y, para salir del “círculo vicioso” de las restricciones, impone a partir de febrero la vacunación obligatoria de toda la población.
La canciller alemana saliente, Angela Merkel, señaló que la situación en el país es apremiante y alertó que el sistema sanitario está por colapsar. La región de Baviera canceló los tradicionales mercados navideños. De esta manera, Alemania entró en un “estado de emergencia nacional” debido al repunte de los contagios, dijo el viernes el director de la agencia de control de enfermedades del país.
En todos los sitios mencionados hay un importante movimiento ultraderechista que se manifiesta abiertamente antivacuna.
Con información de TN, Infobae, Nius Diario y EFE
