Mañana comienza el proceso judicial por el asesinato de Franco Amaya. El joven de 18 años falleció el pasado 22 de febrero, durante un control vehicular. Los resultados de la autopsia revelaron que Amaya murió por un disparo a quemarropa, a menos de 50 centímetros.
Otros informes revelaron que los oficiales imputados por la causa, tenían más de 0.8 de alcohol en sangre la noche de la tragedia.
La fiscal a cargo de la causa, Jorgelina Gómez, ordenó la prisión preventiva para el oficial Rodrigo Busto, mientras que su compañero, Rodrigo Villagra, permanece en libertad e imputado.