En el Parque Sarmiento, la determinación desafía al frío. ¿Quién dijo que el invierno era excusa para quedarse en casa? En las escalinatas, mientras el sol que comienza a elevarse en el cielo despejado, la actividad física es una constante. A pesar de las gélidas temperaturas, los deportistas se congregan para desafiar al clima y mantener su rutina de entrenamiento.
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Las famosas escalinatas del parque son el epicentro de esta energía vibrante. Desde las 7 de la mañana hasta las 9, un flujo constante de personas sube y baja, con determinación en sus pasos y vapor de aliento en el aire frío. Es el preludio de un día en el que el movimiento es la prioridad.
Un entrenador presente en el lugar compartió su perspectiva: “Más allá del frío, siempre hay que moverse, aunque sea un poco. Una caminata, lo que sea, pero es importante mantenerse activo”, recordando el valor de la constancia y el compromiso consigo mismos. Un joven, en medio de su rutina de entrenamiento, comparte su experiencia: “Comienzo a entrenar a las 10:30 y paso alrededor de una hora acá. Subo y bajo las escalinatas 18 veces”. Su dedicación es palpable.