El próximo 11 se conmemora el Día Mundial del Parkinson, lo cual resulta en una oportunidad para hablar públicamente de esta condición, sobre la importancia de la detección temprana, los posibles tratamientos, las secuelas y otras cuestiones que hacen al diagnóstico.
Es por esto que el programa Contá Conmigo invitó a los doctores Enrique Herrera y Federico Garavaglia, ambos del plantel médico del Sanatorio Allende, quienes explicaron en detalle de qué se trata la enfermedad de Parkinson y cómo funciona una de las más innovadoras formas de tratarla que es mediante la intervención quirúrgica.
"El Parkinson es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por temblor, debilidad, rigidez en los movimientos de los miembros, dificultad para caminar, lentitud en los movimientos", explica el Dr. Herrera, especialista en neurocirugía. "Esto se genera por la disminución o falta de producción de Dopamina en el cerebro. Es una enfermedad crónica, degenerativa y progresiva".
El doctor Garavaglia explicó, por su parte, que normalmente el diagnóstico llega en pacientes de entre 60 a 75 años en adelante. Sin embargo, "En algunas pequeñas muestras de pacientes vemos que hay Parkinson juvenil o hereditario, pero es la minoría de los casos". Está asociada a muchas cuestiones "que pueden ser ambientales, componentes genéticos del paciente, tipo de vida del paciente, entre otros".
Alternativa quirúrgica a la enfermedad de Parkinson
Los médicos explicaron que "hasta el momento no hay cura para el Parkinson, solamente el tratamiento es sintomático con dos medicamentos que se usan en la primera etapa de la enfermedad (entre 5 y 7 años)". A partir de los 7 años "aparecen complicaciones a largo plazo, que genera alteraciones" provocadas por la falta de efecto de la medicación. También aparecen las disquinesias, otro movimiento anormal bamboleante de cabezas y brazos.
"Esta es la indicación de la cirugía, que es otra modalidad de tratamiento no es para todos los pacientes. Hay casos puntuales donde está indicada la cirugía que no es curativa. Apunta a mejorar la calidad de vida del paciente, bajando el temblor, la rigidez, lentitud de movimientos".
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