En un discurso con tono de campaña, Macri abrió las sesiones ordinarias

El presidente Mauricio Macri abrió este viernes el período de sesiones ordinarias con un discurso en el que elogió su gestión y criticó a los gobiernos kirchneristas, en una jornada marcada por silbidos opositores y arengas y aplausos oficialistas. En general, de un lado se escuchaban los aplausos y el “Sí se puede” y del otro, abucheos. Los carteles opositores decían “Basta de Despidos” o “#Hay otro camino”. La representante del Movimiento Evita Araceli Ferreyra había pegado uno que decía “Autocultivo ya”, que exhibió mientras sostenía una planta de marihuana en su mano.

El mensaje, que duró una hora, no hizo hincapié en los números negativos de la economía, aunque el mandatario no esquivó el tema: “Si no hubiésemos tomado las decisiones que tomamos la economía hubiese colapsado. Propusimos un camino gradual que fue exitoso durante dos años y medio: creció la economía, bajó inflación, bajó la pobreza y creamos 700 mil puestos de trabajo”, afirmó ante los aplausos irónicos de la oposición.

Sin embargo, luego admitió que la inflación subió y que “lamentablemente la pobreza ha vuelto a los niveles de antes y los chicos son los más golpeados”. De todos modos, el tono del mensaje fue optimista, al punto que afirmó que la Argentina “está mejor parada que en 2015”. Asimismo, anunció un aumento del 46% en la Asignación Universal por Hijo (AUH). “Soy el primero en saber cómo han sido estos meses, cuánto dolor y cuánta angustia, y me he hecho cargo de eso, pero que sea difícil y que lleve tiempo quiere decir que esta vez es verdad”, dijo el mandatario.

La “pesada herencia” fue otro de los temas que dominó el discurso del Presidente. En ese sentido, aludió a la corrupción que habría habido durante los períodos kirchneristas y aludió al DNU sobre extinción de dominio para “recuperar los bienes dela corrupción” “El que se oponga que diga dónde está parado y a quién quiere proteger, mientras la enorme mayoría trabajamos para sacar el país adelante”, disparó Macri. Otro proyecto que nombró fue el de la reforma del régimen penal juvenil, que según él será “mucho más que la baja de un año en la edad de imputabilidad para algunos delitos graves”. “El proyecto le da una respuesta del Estado a muchos chicos que van camino de convertirse en delincuentes”, recalcó.

Por otro lado, nombró que “las exportaciones crecieron 15% el último año sin contar los productos afectados por la sequía”, que a su vez constituyen el 60% de los bienes vendidos al exterior. Otro eje fue la eficiencia en la gestión para abrir empresas, exportar y hacer trámites en general, vía internet. El jefe del Estado consideró también que si la Argentina logra consolidar el equilibro fiscal habrá logrado el acto de justicia social más importante que hayamos hecho en 70 años”, porque “es la base fundamental para terminar con el flagelo de la inflación que es la principal causa de la pobreza y el estancamiento”.

Para graficar los supuestos logros de su gestión y pintar a su administración como centrada en los problemas estructurales, nombró a una presunta admiradora: “Recibí el mensaje de una mujer que me dijo que ‘este año con mi marido no nos fuimos de vacaciones pero conectamos la cloaca'”, dijo el presidente. Asimismo, nombró a una “vecina de El Palomar” que veía a la gente más contenta por su primer viaje en avión y a “la maestra chaqueña” que ahora puede abrir el mail desde su escuela sin recorrer “80 kilómetros”, todos ejemplos que fueron tomados por la oposición con gestos de fastidio.

En el pasaje final, el Presidente hizo un llamado a los argentinos a “no tirar la toalla y a no dejar que los predicadores de la resignación y le miedo le ganen a la esperanza”.

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