El próximo 10 de diciembre el gobierno de Alberto Fernández llegará a su fin. Hace casi un año y medio que la economía está en manos del ministro Sergio Massa. El informe presentado busca evaluar el efecto acumulativo de lo que ha sido la política fiscal durante los últimos 4 años. Para ello se analizó el comportamiento más reciente de las variables fiscales (los primeros 9 meses de este año) y fue comparado con lo sucedido en igual período de 2019 para capturar la herencia fiscal que había recibido el gobierno.
La primera observación será que en ésta última gestión se profundizó el déficit fiscal. El gobierno de Alberto Fernández recibió una economía con un déficit fiscal primario de -0,4% del PIB y deja como herencia un déficit casi 8 veces mayor (-3% del PIB).
Así mismo, el gobierno recaudó en los primeros 9 meses del año 1,76 billones de pesos más en impuestos que en 2019. Sin embargo, los ingresos totales del Estado Nacional durante los primeros 9 meses del año cayeron en relación a 2019 por un equivalente a 938 mil millones de pesos.
Por su parte, el gasto público se incrementó en 3,1 billones de pesos a precios actuales. Esto significa un incremento del 11% en términos reales. Así, en los primeros 9 meses del año se acumuló un déficit primario (que excluye los intereses de la deuda) de 3,8 billones de pesos a precios de septiembre. Esta cifra ya representaría el 1,5% del PBI.
El resultado empeoró en 4,1 billones de pesos, ya que en los primeros 9 meses de 2019 se había alcanzado un superávit fiscal primario de 300 mil millones de pesos a precios de hoy. Se estima que el déficit primario podría rondar 3% del PBI a fin de año teniendo en cuenta el costo fiscal de las medidas electoralistas lanzadas luego de las PASO.
Jubilados, los grandes perjudicados
En los últimos nueve meses ocurrió un fuerte ajuste en las jubilaciones y pensiones contributivas y no contributivas. En total 1,8 billones de pesos menos que en igual período de 2019. La caída en términos reales es de un 13%. Las asignaciones familiares y para protección social también cayeron: en estos primeros 9 meses, las familias recibieron 450 mil millones de pesos menos que en 2019.
¿Cómo se explica el fuerte aumento del gasto si cayeron las jubilaciones y otras prestaciones sociales?
Los planes y programas sociales fueron 2,5 billones de pesos más. A su vez, se gastó en estos primeros 9 meses 1,2 billones de pesos más en subsidios a la energía que lo recibido por el gobierno. Hoy, un 12% del gasto se destina a subsidios a la energía y el transporte, cuando hace 4 años atrás representaban un 9%.
Por su parte, el gasto de capital resulta casi 1 billón de pesos superior al de los primeros 9 meses de 2019. Al menos la mitad de este gasto corresponde a la inversión registrada en energía (Gasoducto Vaca Muerta). El resto de las líneas de gasto muestran resultados dispares, destacándose la suba frente a la situación recibida por el gobierno en el gasto en personal (220 mil millones de pesos) y las transferencias discrecionales a las provincias (160 mil millones de pesos), entre otros.
Comparativa:
Conclusión
El resumen de la política fiscal en los últimos 4 años es más planes sociales, más subsidios a la energía y más gasto en infraestructura. Todo ello sólo parcialmente compensado por más impuestos y un ajuste sobre las prestaciones sociales; principalmente, las jubilaciones y pensiones.
Autores
Ariel Barraud: Director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba/ Fabio Ezequiel Ventre: Director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba / María Belén San Martino: Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba
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