Ayer a la noche, mediante un comunicado, el Ministerio de Salud de Tucumán permitió a la niña de 11 años abusada por la pareja de su abuela proseguir con la interrupción voluntaria de su embarazo que -junto a su madre- pedía hace tiempo. Sin embargo, hoy a la madrugada la víctima de abuso fue sometida a una cesárea.
Según la información que transcendió, fue porque las autoridades sanitarias dijeron que se salven las dos vidas. Cecilia Outsset es ginécologa y dijo que nadie en el sistema de salud pública quería encargarse de realizar la interrupción, es por eso que la llamaron a ella y a su marido para hacer el trabajo. Ousset, su marido, el anestesista y la enfermera declararon ser objetores de conciencia y no podían dar marcha atrás porque ya habían acordado con la víctima y su madre que el aborto se haría.
Finalmente realizaron una “micro cesárea” debido a las órdenes que llegaron desde el SIPROSA, la misma institución que ayer permitió realizar el aborto. Sin embargo, la decisión fue contrario a lo que dice la ley sobre la ILE. Finalmente, la psicóloga afirmó que “se sacó un recién nacido vivo, que fue entregado a neonatología. La nena estaba aliviada y la mamá eternamente agradecida”.
