El sacerdote jesuita y cordobés Ángel Rossi asumió este viernes por la tarde como arzobispo de Córdoba. Antes de su ordenación el Papa Francisco decidió enviarle un cálido mensaje, en el cual lo apoda “Bayín”. En este destaca su labor y le agradece por ella.
“Hoy lo despiden ‘al Bayín’, como dicen los cordobeses. Quiero agradecerle todo lo que ha hecho: su fidelidad al señor, su creatividad -que nace del Espíritu Santo-, lo que hizo, lo que sembró, lo que sufrió, lo que esperó” dijo el Pontífice.
Su mensaje se centro especialmente en destacar el accionar de la fundación Manos Abiertas que guía el nuevo arzobispo. “Ustedes caminan así, con las manos abiertas y el corazón abierto. Los acompañó entre otras personas -pero fundamentalmente- en ese camino ‘Bayín’, a quien hoy hay que decirle su excelencia, el señor Arzobispo Angelcito Rossi. Pero para nosotros sigue siendo ‘Bayín’ el que fue capaz de escuchar, de mirar, de pensar, de amar y de hacer”, destacó.
Y continuó: “Hoy Manos Abiertas es un lugar que está en todas partes, sin ser un lugar común, para acompañar, consolar, ayudar, entender, abrir puertas y corazones”.
Al finalizar su mensaje le pidió a los fieles que sigan la ruta que Rossi les marcó y como acostumbra a hacer pidió que no se olviden de rezar por él.
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