Por definición, Economía es administrar lo escaso. El Banco Central tiene pocos dólares, producto de años de descalabro económico. Al Gobierno y al Banco Central no le alcanza con haber fijado un dólar turista a 175% (66% más caro que el oficial), y sin ingresos a la vista dispuso cerrar el grifo de la financiación de pasajes al exterior sin interés.
Los viajes financiados con anterioridad al 25 de noviembre no corren riesgo. El Gobierno dijo que es momentánea, pero con las perspectivas de la falta de ingresos de divisas (recién en mayo suben) y las demoras en acordar con el FMI, nada indica que vaya a ser así. La noticia cayó como una bomba en el sector de las agencias de viajes que están a las puertas de una nueva temporada y vienen de un 2020 desastroso por la pandemia.
Surgen opciones de financiación, como el pago con una tasa del 43% anual más gastos, pero se agregan complicaciones como los límites de crédito de las tarjetas. También se pueden financiar comprando el pasaje con tarjeta y luego pagando los mínimos, pero ese descubierto es carísimo, puede llegar al 110% de costo financiero en las tarjetas bancarias.
Los más complicados son quienes deben viajar por motivos laborales y de salud. Se analizan mecanismos para hacer excepciones pero aún no están claros.
Aparecen otros problemas, como el hecho de que al sistema de tarjetas le cuesta distinguir cuando una compra es para un viaje en el país o en el exterior. Es decir, habrá más medidas en ese sentido.
Mientras tanto, los pasajes en avión para volar a destinos del país subieron sustancialmente sus precios y comienza a tener correlato en el hospedaje. El mejor consejo para quienes quieran viajar: apurarse con las reservas.
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