Este lunes, la empresa canadiense informó que declaró la quiebra al mismo tiempo que los principales inversores de la compañía, con el apoyo de la provincia de Quebec. Además, presentaron un plan de reestructuración con el objetivo de compensar a su personal y a los contratistas.
Se supo que los tres inversores del circo, la estadounidense TPG Capital, la china Fosun Capital Group y la institución financiera Caisse de dépôt et placement du Québec, aportarán 100 millones de dólares mientras que el Gobierno de Quebec inyectará otros 200 millones.
En cuanto a los trabajadores del Cirque de Soleil, trascendió que se despedirá también a unas 3.840 personas, y establecerá dos fondos, por valor de 20 millones de dólares para compensar a su personal y a los contratistas.
Según el el presidente y consejero de la compañía, Daniel Lamarre, “durante los pasados 36 años, Cirque du Soleil ha sido una organización muy exitosa y rentable”. Sin embargo, “sin ingresos desde el cierre forzado” de todos sus espectáculos debido a la Covid-19, la dirección “ha actuado de forma decisiva para proteger el futuro de la compañía”.
