El número de muertos por el gran terremoto que azotó a Turquía y Siria subió a más de 17.500 este jueves, cuando se desvanecieron las esperanzas de encontrar sobrevivientes atrapados bajo los escombros en un clima helado.
El sacerdote José Enrique González, quien se encuentra trabajando en el Obispado de la ciudad de Alepo, se comunicó con La Mañana del C y dio detalles de cómo vivieron los ciudadanos este sismo que tuvo una magnitud de 7,8.
“Todavía la crisis de la guerra no ha sido superada. Continúa la crisis económica, los efectos del covid y ahora el terremoto”, expresó. Y agregó: “La gente sufrió mucho, hubo que desalojarlos. Muchos se refugiaron en las iglesias”.
Tras los destrozos que provocó este terremoto, se refirió a las necesidades del pueblo: “Necesitamos agua, alimentos básicos, pañales, de todo. Y en un largo plazo, necesitamos reconstruir las casas y edificios dañados”.
Respecto al conflicto bélico, confirmó que aún continúa pero los grupos armados están en una especie de “tregua”.
Finalmente, sostuvo que “la gente agradece estar viva. Todos dicen que nunca sintieron tanto miedo como en el terremoto”.
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