Dos de cada diez hogares del conurbano bonaerense dejaron de ir al médico o de comprar los medicamentos necesarios parta atender sus dolencias de salud debido a la crisis económica, según una encuesta hecha por la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Defensoría del Pueblo bonaerense y difundida hoy. En el relevamiento se compararon las condiciones de la salud en el conurbano bonaerense y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con 5.800 casos en los años 2017 y 2018, precisó un comunicado del organismo bonaerense.
"Este informe muestra la desigualdad social que existe principalmente en el conurbano, y que se hace visible en las condiciones generales de salud de las personas y de las comunidades como en el propio sistema que las atiende. Además, habla de un sistema fragmentado e inconexo para atender los estados de salud y enfermedad diferentes para cada estrato social", sostuvo el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.
Uno de los datos más destacados es que, de un año a otro, en dos de cada diez hogares se dejó de asistir al médico o dentista debido a problemas económicos, una realidad que se profundizó entre los que se encuentran bajo condiciones de pobreza, ya que la mitad de quienes pertenecen a este grupo dejaron de atenderse por los mismos motivos.
Los datos evidencian mayor déficit en el estado de salud percibido en las personas en condición de pobreza, tanto en el año 2017 como en el 2018. La condición laboral ha demostrado diferencias en cuanto a la desigualdad: a mayor precariedad laboral, mayor déficit en la salud. pic.twitter.com/FEqeBlyipe
— Observatorio de la Deuda Social Argentina (UCA) (@ODSAUCA) November 19, 2019
La misma tendencia se observó a la hora de analizar el déficit en el acceso a los medicamentos, ya que dos de cada diez hogares debieron dejar de comprarlos debido a los problemas económicos en el último año y en este ítem, también la mitad de los hogares pobres manifestaron dificultades al comparar lo sucedido en 2017 respecto a 2018.
El estudio, a su vez, indagó sobre la falta de consulta médica anual durante 2017 y 2018, un fenómeno que se registró en el 28,7% de los encuestados.
De este total, los grupos que en su mayoría no accedieron al sistema de salud fueron los varones (36,5%) y los jóvenes de 18 a 34 años (38,9%). En esta línea, la privación del derecho al acceso a la salud se presenta en mayor medida en condiciones de mayor carencia económica y precariedad laboral: el mayor porcentaje se da entre las personas pobres (43,3%) y las personas que pertenecen al estrato trabajador marginal (39,8%).
En tanto, los que residen en el conurbano norte presentan el porcentaje superior de personas que no realizaron una consulta médica en el último año (36,5%).
El informe también analizó cómo se autopercibe el déficit de la salud física y psicológica y, en el caso del primer punto, el porcentaje de quienes observan esta carencia creció de 2017 a 2018, al pasar del 11,4 al 16,5% de los encuestados, siendo los pobres (20,2%), los trabajadores marginales (23,5%) y en el conurbano sur (19,7%), donde más se registró esta tendencia en el último año.
En el caso del malestar psicológico, el aumento entre 2017 y 2018 fue de casi cuatro puntos: pasó del 18,6 al 22,4% y el desagregado para el último año también se repite respecto al caso anterior: donde más se percibió fue entre los pobres (35,6%), los trabajadores marginales (34,5%), y en el conurbano sur (23,2%).