Una pareja de Thailandia en 2011 hicieron récord con un beso con una duración de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. Sin embargo, en el año 2013, los mismos protagonistas superaron su propio tiempo con un beso de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. De esta manera quedó el 13 de abril como el día internacional del beso en todo el mundo.
Múltiples estudios de rigor científico han demostrado que besar en la boca a otra persona:
*Reduce la presión arterial: El acto de besar aumenta los latidos de forma saludable y ayuda a disminuir la presión sanguínea. Dilata los vasos sanguíneos, ayudando a que la sangre fluya de manera firme, llegando a todos los órganos.
*Combate caries: La producción extra de saliva al besar elimina la placa de los dientes que ocasionan caries.
*Ayuda a quemar calorías: Una sesión intensa de besos podría quemar entre unas 2 a 26 calorías por minuto (dependiendo de la intensidad del beso).
*Liberación de hormonas: Al besar se libera oxitocina, también conocida como la “hormona del amor”. También libera opioides endógenos, dopamina y otras neurohormonas útiles para mantener el estado de ánimo elevado.
*Reduce el estrés y la ansiedad: Al reducir la segregación de cortisol, el individuo se protege contra los efectos fisiológicos del estrés y la ansiedad, contribuyendo a construir a una salud y comportamiento mental positivos.
*Incrementa la inmunidad: Un estudio del 2014 publicado en la Revista Microbiome, afirma que, al intercambiar bacterias a la hora de besar, uno se expone a nuevos gérmenes que fortalecen la capacidad del sistema inmunológico para combatir esas bacterias.
*Tonifica los músculos faciales: Al besar en los labios, se activan entre 2 a 34 músculos faciales. Hacerlo de manera frecuente es como un ejercicio práctico y efectivo para el rostro y cuello, ayudando a fortalecer los músculos fáciles, lo que aumenta la producción de colágeno, contribuyendo a una piel de aspecto más firme y joven.