En 2020 la ONU estableció el 29 de septiembre como Día internacional de la concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos. Este día nació debido a la notoria necesidad de alimentación de una parte de la sociedad mundial, y se establece dentro de los objetivos de la Agenda del Desarrollo Sostenible que apunta a conseguir en el año 2030 el hambre cero a nivel mundial.
La ONU estima que el 17% de los alimentos disponibles para los consumidores -que equivale a casi 1.000 millones de toneladas anuales- termina siendo desperdiciado. Los expertos señala que recuperar al menos una cuarta parte de esto ayudaría a acabar con el hambre mundial. Solamente en argentina 16 millones de toneladas de alimentos son desperdiciadas por año, esto es más de 300 kg per cápita.
3 consejos para reducir el desperdicio de alimentos:
— Naciones Unidas (@ONU_es) September 28, 2021
🍳 Prioriza la comida perecedera.
🍚 Mide las porciones.
🍲 Reutiliza las sobras.
Más ideas de la @FAOenEspanol en el Día para Reducir la #PérdidayDesperdicio de Alimentos, este 29 de septiembre. https://t.co/CkrcG6KA0J pic.twitter.com/KgunR880Zi
Un estudio realizado a nivel nacional demuestra la importancia del rol de los ciudadanos para mejorar la situación actual de desperdicios de alimentos. El 28% de las pérdidas en nuestro país se produce por los consumidores, ya sea en hogares o restaurantes. Dentro del rubro gastronómico, casi una tercera parte de los desperdicios son sobras de los clientes, de los cuales el 77% admite no llevarse a sus hogares por pudor o desinterés.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) declara que recuperando una cuarta parte de los desperdicios alimenticios que se producen hoy en día se podría hacer frente a la situación de hambre mundial. Para esto es fundamental el compromiso de cada persona para lograrlo. Para esto se recomienda:
- Compra consciente: comprar productos locales y solo la cantidad que necesites.
- Orden y prolijidad: guardar tus alimentos de manera ordenada te permitirá usarlos a tiempo evitar que se pongan en mal estado.
- Huerta propia: si se tiene la posibilidad de tener una huerta para producir tus alimentos, aprovecharla.
- Generosidad: compartir con tu comunidad la comida que no vayas a consumir.