A horas de que se conozca el veredicto y la pena contra las acusadas Magdalena Espósito Valenti y Abigail Pérez, el Senado tratará en los próximos meses la “Ley Lucio”. Este proyecto busca concientizar acerca de los derechos y violencias contra las infancias, además de evitar que los niños tengan el mismo final que tuvo Lucio Dupuy.
El proyecto ya recibió la media sanción de Diputados por unanimidad con 228 votos (29 ausencias), en una sesión que se produjo el 9 de noviembre. La propuesta establece la capacitación obligatoria sobre derechos y violencias contra las infancia y adolescentes para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En ese sentido, se estipula que el Poder Ejecutivo nacional, en coordinación con el Poder Judicial, elabore un protocolo de actuación para las fuerzas de seguridad, organismos administrativos de niñez y jueces con competencia en familia. La finalidad del protocolo es unificar las vías de acción a nivel nacional y la coordinación de los entes provinciales y estatales de actuación, así como garantizar el acceso a la Justicia para niños, niñas y adolescentes.
Algunos de los principios fundamentales de la ley son velar por el respeto de la Convención de los Derechos del Niño, incorporada a la Constitución Nacional y por las disposiciones de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. La autoridad de aplicación de la ley será la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que deberá elaborar los contenidos del Plan Federal de Capacitación en articulación con el Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia.
Lucio Dupuy, de cinco años, fue asesinado el 26 de noviembre de 2021 en su casa de Santa Rosa, La Pampa. Las primeras detenidas fueron su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez. Durante sus últimos meses de vida, lo que quedó asentado por las denuncias de su padre, el niño sufrió abusos, golpes, amputación de sus genitales, violencia verbal y psicológica.
Con información de Ámbito
