Un caso de presunto abuso sexual conmociona a Córdoba tras la detención de dos policías acusados de agredir a una mujer de 31 años. El episodio ocurrió el sábado 8 de marzo, después de que la víctima fuera invitada a un after en la casa de uno de los efectivos. La joven, identificada como M.R., relató los hechos a los medios, detallando las secuelas físicas y psicológicas que sufrió.
El relato de la víctima
M.R. contó que todo comenzó cuando fue invitada a un after después de salir de un boliche en el marco del Día de la Mujer. Llegó sola a la casa de uno de los policías, un sargento de 46 años que había conocido en el local bailable. “Vamos a la casa y yo empecé a notar como una situación medio rara. Encima no llegaban las demás personas”, afirmó.
La joven intentó comunicarse con un amigo policía que estaba trabajando en el boliche, pero el dueño de casa le quitó el teléfono y llamó a otro colega, quien llegó con una botella de fernet. “Me habían dado un vaso de cerveza, yo no sé sinceramente si me pusieron algo o qué pasó. También probé un trago de fernet y en ese momento como que se me apagó el tele”, manifestó M.R., quien aseguró que luego sintió un dolor muy fuerte, momento en el que habría ocurrido el abuso.
El desenlace
M.R. relató que reaccionó al dolor y comenzó a gritar y forcejear. “Me agarraron de las piernas, me quitaron el teléfono porque yo quería llamar. Me retuvieron un montón de tiempo de los brazos. Me tapaban la boca”, afirmó. En un momento de lucidez, la joven tomó una botella de vidrio y la rompió contra el piso, logrando escapar al patio y pedir ayuda. Los gritos alertaron a los vecinos, quienes llamaron a la policía y una ambulancia que la trasladó al Hospital de Berrotarán y luego a Río Cuarto para recibir atención médica.
El domingo 9 de marzo, la Fiscalía de Tercer Turno de Río Cuarto ordenó la detención de los dos policías involucrados, ambos sargentos de 46 y 44 años. Los efectivos permanecen imputados por abuso sexual. M.R. destacó la rápida respuesta de los investigadores: “Antes de que yo declarara, ellos ya estaban presos”.
Las secuelas
La joven expresó que sufre “demasiados daños psicológicos y físicos” como consecuencia del episodio. Además, señaló que debe mudarse sin sus hijos debido a la situación. “No solamente tuve daños morales terribles. Yo ahora me tengo que mudar sin mis hijos porque no me puedo ir a otra ciudad con ellos de golpe”, lamentó. También criticó la falta de contención por parte de las autoridades municipales: “Vinieron a querer traerme un bolsón y yo lo que menos necesito es un bolsón. Como que me dieron la espalda”.
