Este martes, estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y docentes se movilizan por las calles de Córdoba en protesta por el ajuste en la educación pública impulsado por el gobierno de Javier Milei. El movimiento estudiantil encabeza la marcha en reclamo por la falta de financiamiento para las universidades nacionales y la precarización de los salarios de docentes y no docentes.
El recorrido de la marcha
Las columnas de jóvenes partieron desde las esquinas de Colón y General Paz a las 17 horas, un punto central de la capital cordobesa, con destino hacia el Patio Olmos, epicentro de numerosas protestas. El movimiento ha crecido en las últimas semanas tras la confirmación del veto presidencial al proyecto de financiamiento universitario, lo que ha generado un fuerte malestar en la comunidad académica.
Toma de facultades y la asamblea interfacultades
La protesta de este martes fue decidida en una asamblea Interfacultades realizada la semana pasada frente al Patio Olmos. Las tomas de diversas facultades de la UNC han ganado fuerza desde la confirmación del veto de Milei, que profundizó la preocupación sobre el futuro de la educación pública en el país. El movimiento de ocupación de facultades se ha extendido en diferentes carreras y áreas, con los estudiantes reclamando la protección del presupuesto universitario.
Apoyo del gremio docente
El Gremio de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (Adiuc) también se sumó a la movilización, coincidiendo con el cierre de 48 horas de paro que habían convocado en rechazo a la situación crítica que atraviesa la universidad. Leticia Medina, secretaria general de Adiuc, expresó: “Estamos en una situación crítica, inédita en nuestra universidad, y eso se refleja en las acciones que sostenemos, aún con el compromiso de que los estudiantes puedan dar un cierre de su cursada”.
Un conflicto que se agrava
El veto de Milei a la ley de financiamiento universitario ha encendido las alarmas en todo el sistema de educación superior, y Córdoba no es la excepción. Los estudiantes y docentes exigen no solo un aumento del presupuesto, sino también condiciones laborales dignas para los trabajadores de la educación y garantías de que la calidad de la enseñanza no se verá afectada.
