Diana Sacayán fue asesinada a puñaladas en su departamento del barrio porteño de Flores la noche del 11 de octubre de 2015. Hoy comenzó el juicio que podría condenar por primera vez a un acusado bajo la figura de “travesticidio”.
Gabriel Marino, de 25 años, está imputado por la muerte de la líder de la comunidad trans. La investigación confirmó que el acusado visitaba y contactaba por diferentes medios a la víctima.
El hombre negó el crimen y contó ante la Justicia que vio a la víctima discutir con otro hombre esa misma noche. También relató que fue Sacayán quien tomó un cuchillo pero le fue arrebatado por el agresor y este la apuñaló.
Al parecer, su versión no convence a quienes lo acusan y fue imputado por “homicidio triplemente agravado por haber sido ejecutado mediando violencia de género, por odio a la identidad de género y con alevosía, y robo”.
El cuerpo de Diana fue encontrado atado de pies y de manos, con 27 lesiones, de las cuales 13 habían sido causadas por un arma blanca.
Sacayán era miembro del equipo del Programa de Diversidad Sexual de INADI, líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL).
