En la madrugada del viernes, equipos de la Policía de Córdoba, la Guardia Urbana e inspectores de Fiscalización y Control clausuraron una fiesta clandestina en Villa Esquiú, liderados por el secretario de Gobierno, Fiscalización y Control, Rodrigo Fernández.
El evento, que reunió a estudiantes de seis colegios, no solo carecía de habilitación, sino que también presentaba serios riesgos para los asistentes.
Entre las irregularidades detectadas, las precarias instalaciones eléctricas representaron el mayor peligro, ya que la carpa donde bailaban los jóvenes estaba inundada debido a las fuertes precipitaciones. Además, varios menores fueron encontrados en estado de intoxicación, requiriendo atención médica en el lugar.
Durante el operativo, se procedió al secuestro de equipos de sonido y bebidas alcohólicas valuados en aproximadamente 20 millones de pesos. Asimismo, se labraron actas por la venta de alcohol a menores, actividad prohibida por la ley.