Caso Pérez Volpin: el jefe de endoscopías de la Trinidad publicó una carta

Caso Pérez Volpin: el jefe de endoscopías de la Trinidad publicó una carta • Canal CEl doctor Héctor A. Defranchi es el encargado de Neumonología y Endoscopía Respiratoria del Sanatorio de la Trinidad Palermo, en donde falleció la reconocida periodista Débora Pérez Volpin hace ya tres semanas.

El especialista publicó una carta de lectores en el diario La Nación, con el fin de hacer su descargo sobre los rumores respecto a la muerte de Pérez Volpin.

En el texto, Defranchi  asegura  que “ningún acto médico está desprovisto de riesgo (…) el riesgo cero no existe”.

El médico también aprovechó la oportunidad para apuntar contra sus colegas por aprovechar el caso para “lucimiento personal” y aseveró: “han abundado las voces descalificantes, sin el mínimo sentido del resguardo de la ética profesional”.

A continuación, el texto completo:

Recientemente, la opinión pública y la comunidad se vieron sacudidos por la trágica noticia del fallecimiento inesperado de la señora Débora Pérez Volpin. Al ser una persona muy querida, talentosa y joven, el impacto en la sociedad fue enorme. Recuperar la salud es el propósito último de todo acto médico. Mucho se ha escrito sobre heurística, de cómo actúa el cerebro médico en la toma de decisiones. Sin embargo, muchas deben tomarse en soledad, confiando en el buen criterio y la experiencia de los profesionales. La toma de decisiones es un proceso que no siempre puede esperar y frecuentemente exige conductas rápidas, ya que la vida del paciente depende de esto. El médico no piensa tanto en el diagnóstico, sino en qué procedimientos emplear, porque bien elegidos, el mismo va a llegar, aun no habiendo pensado en él. Primero se piensa y luego se actúa.

Hemos escuchado a través de los medios todo tipo de especulaciones, la mayoría, producto de la impotencia frente a la desaparición de la querida compañera. Sin embargo, han abundado las voces descalificantes, sin el mínimo sentido del resguardo de la ética profesional. Los errores, si es que los hubiese habido no deben ser sinónimos de culpa. No soy ajeno al hecho que de haberse cometido, la consecuencia fue enorme, la pérdida de una vida humana. Los errores de otros jamás deben explotarse para lograr el prestigio propio. Esto ha sido moneda corriente en la mayoría de las declaraciones, y lo más indignante que presenciamos fueron comentarios vertidos por profesionales, que aprovechando toda ocasión para lucimiento personal, y exhibiendo un grado de vedettismo no concordante con la profesión médica, trataron de pasar por expertos calificados, creyéndose dioses y dueños de la verdad absoluta. El error, aunque duela, es respetable, pero el engaño no. El engaño es dañino, es sucio, es engañar para lograr el beneficio propio. Esto es intolerable y muestra una inescrupulosidad aberrante. A los opinólogos de turno, deben saber, que ningún acto médico esta desprovisto de riesgo, por más simple que parezca. La endoscopía digestiva alta, tiene riesgos inherentes al mismo procedimiento, imprevistos que solo los médicos actuantes conocen. El riesgo cero no existe. La muerte inesperada es terrible. Perder un ser amado, en las circunstancias que ocurrió es una tragedia que deja a quien la padeció con sueños incumplidos, que solo pueden valorar en toda su dimensión sus seres queridos. La actuación de parte de la prensa ha sido en general lamentable. Los profesionales médicos, convertidos en estrellas mediáticas, más lamentable todavía, y condenar a alguien sin pruebas es indecente, es culpar sin probar. La opinión pública aterrada. Esto no es ayudar, es dañar y confundir. Infinidad de pacientes no aceptan realizarse una endoscopía digestiva. ¿A quién debemos culpar ahora?

Mi mayor solidaridad principalmente para los familiares por la pérdida irreparable, y sin emitir juicio alguno, me solidarizo también, con los profesionales actuantes, por haber sufrido ya la condena mediática, previo a la exhaustiva investigación de los hechos, haya o no mediado un error involuntario.

 

Caso Pérez Volpin: el jefe de endoscopías de la Trinidad publicó una carta • Canal CEl 5 de febrero, Débora Pérez Volpin se presentó en La Trinidad porque tenía un dolor abdominal y luego de estudios previos se le indicó una endoscopía para el día siguiente, por lo que permaneció internada. Durante el procedimiento, la periodista se descompensó y no pudo ser reanimada. La periodista falleció a las 18.15 del 6 de febrero.

La investigación sobre la muerte de Pérez Volpin quedó caratulada como “homicidio culposo” y se esperan los resultados de los estudios para confirmar la antigüedad de las lesiones en el esófago y estómago, que se encontraron en la primera instancia de la autopsia.

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