Este viernes un jurado popular decidirá la culpabilidad o inocencia de los 13 policías acusados del encubrimiento y crimen de Blas Correas. En caso de que hubiera pena alguna, es probable que los jueces de la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba lean la condena hoy mismo. Antes del veredicto, los acusados tuvieron la oportunidad de dar sus “últimas palabras”.
Los discursos más resonantes fueron los de los policías Lucas Damián Gómez y Javier Catriel Alarcón. Sobre ellos pesa la acusación de homicidio doblemente agravado por asesinar a Valentino Blas Correas la mañana del 6 de agosto de 2020, en plena pandemia por Coronavirus. Desde la fiscalía se pidió la prisión perpetua para ambos.
“No fue mi intención quitarle la vida a nadie, mi dios lo sabe. Pido perdón a la familia de Valentino. Que me sepan comprender que realmente no quise atentar contra nadie. Hace 37 años que creo en Dios y desde hace 2 años y 18 mese que le pido que les de toda fuerza necesaria para seguir adelante”, manifestó Gómez.
Tras mostrar su arrepentimiento varias veces, concluyó: “Pido perdón a toda la sociedad por ese hecho, a ustedes (la familia de Blas Correas) en nombre de mi familia y también a los otros jóvenes que acompañaban a Valentino”.
En tanto Alarcón sostuvo: “No es justo que me sigan acusando de algo que no hice. No mate y no quise matar a nadie. Podría seguir hablado de como me trató el instructor policial y de como vulneraron nuestros derechos, pero ya lo dijeron acá ‘hasta los animales tiene más derechos’. Esta es la verdad absoluta: no soy asesino, delincuente, alcohólico, drogadicto, ni animal“.
“Soy una persona común y corriente que cometo errores como cualquiera pero se aceptar cuando me equivoco y pedir disculpas. Pido perdón a mis hijos y a mi esposa por haberlos abandonado por el trabajo. Yo también pido justicia. Esa noche podría no haber ido al lugar de los disparos sin embargo lo hice por que cumplía con mi trabajo” concluyó.
Cobertura Nahuel Granja
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