Un movimiento telúrico ocasionó una verdadera tragedia en una zona remota de Afganistán: mientras la mayoría dormía, durante la madrugada, un terremoto de 6.1 grados en la escala de Richter tuvo lugar con epicentro en el sudeste del país centroasiático, cerca de la frontera con Pakistán, país donde también se sintió. Fue a unos 44 kilómetros de la ciudad de Jost, y a una profundidad de 51 kilómetros, de acuerdo a la información recogida por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Las autoridades talibanas se encuentran realizando tareas de rescate, pero la cifra de fallecidos ya superó los 1.000. Además, por lo menos 1.500 personas han resultado heridas. Zabiullah Mujahid, el portavoz del Emirato Islámico, en el poder desde el pasado 15 de agosto, ha manifestado que el gabinete de emergencia se ha reunido para discutir la asistencia a las personas afectadas por el terremoto.
Lo que complica las tareas de rescate es la poca accesibilidad que hay hacia la zona afectada, ya que se trata de un área lejana a las grandes ciudades y en medio de la montaña. Así lo explicó el ministro de Desastres Naturales, Mohamad Abas Akhund: “Gran parte de la región es montañosa y los desplazamientos son difíciles. Llevará tiempo transportar a los fallecidos y los heridos” .Uno de los distritos más afectados es el de Gayan, situado en Paktika. Las autoridades locales indicaron que el balance podría aumentar en las próximas horas.
Por su parte, el primer ministro de ese país, Shehbaz Sharif, dijo estar “profundamente entristecido” por esta tragedia y aseguró que las autoridades estaban trabajando para aportar su apoyo a los afganos.
Más noticias internacionales: Elecciones en Colombia: Gustavo Petro es el nuevo presidente
