Jair Bolsonaro, ex presidente ultraderechista de Brasil, regresó este jueves a su país tras tres meses en Estados Unidos y fue recibido por simpatizantes en el aeropuerto de la capital antes de dirigirse a reuniones con su partido político.
Bolsonaro, quien nunca reconoció la derrota en las elecciones del año pasado, se ha comprometido a liderar la oposición frente al Gobierno de Lula, elevando las apuestas para la nueva candidatura. El ex presidente de 68 años, en una transmisión en vivo desde la sede de su Partido Liberal, dijo que los conservadores controlaban el Congreso y que el Gobierno minoritario de Lula no podría “hacer lo que quisiera con el futuro de nuestro país”. Asimismo, se defendió de las acusaciones de que intentó quedarse con joyas del rey de Arabia Saudí con valor de 3,2 millones de dólares sin declarar el regalo, un escándalo que ha empañado su pretensión de ser un político incorruptible.
El ex mandatario viajó a Estados Unidos dos días antes de la fecha prevista para la entrega de la banda presidencial a Lula, estableciedo que “necesitaba descansar”, pero los críticos aseguran que estaba evitando los riesgos de más de una decena de investigaciones legales a las que puede enfrentarse en Brasil. La Justicia se centró en sus ataques contra el sistema de votación de Brasil y su presunto papel en alentar a sus partidarios a asaltar edificios gubernamentales en los disturbios del 8 de enero que recordaron el asalto de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.
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