José Alperovich, ex gobernador de Tucumán y senador nacional en uso de licencia, fue internado en terapia intensiva luego de haber sufrido un traumatismo este domingo tras un desmayo por una descompensación.
El legislador de 66 años está internado en observación en el Sanatorio 9 de Julio de la capital tucumana luego de haber ingresado por sus propios medios este lunes. El episodio tuvo lugar el pasado domingo, cuando Alperovich se desmayó en el marco de un cuadro de fiebre.
En el nosocomio el legislador fue sometido a diversos análisis y a una tomografía. También se le hizo un hisopado para detectar si se trataba de un cuadro de coronavirus, con resultado negativo. El ex mandatario quedó en una sala de terapia intensiva con un cuadro clínico estable y está lúcido junto a sus familiares, según publicó Infobae.
Aunque su situación es estable, se resolvió internarlo en la sala de terapia intensiva del sanatorio al que llegó acompañado de su mujer, la exsenadora nacional Beatriz Rojkés, y sus hijos. Alperovich se encuentra en uso de licencia sin goce de sueldo en la Cámara Alta luego de haber sido denunciado por abuso sexual por su sobrina y ex asesora.
En junio, el Senado de la Nación aprobó una nueva extensión de la licencia sin goce de sueldo hasta el 9 de diciembre próximo de Alperovich, cuyo mandato concluye este año. El legislador había solicitado en 2019 licencia, con el argumento de que desea dedicarse a la defensa del juicio en su contra.
Según había declarado el senador en una nota enviada a mediados de año a la Presidencia del Senado, “hubo importantes avances en los procesos penales que se sustancian, tanto en la ciudad de Buenos, como en la provincia de Tucumán”.
“Se presentaron pruebas contundentes que demuestran la falsa acusación que fuere promovida por adversarios políticos”, agregó entonces. El 20 de mayo último, la Corte Suprema de Justicia rechazó un planteo de la defensa de Alperovich y determinó que la misma será investigada en la Ciudad de Buenos Aires.
Los abogados de Alperovich habían pedido que la causa penal tramitara en Tucumán, pero el pedido fue rechazado en distintas instancias, lo que motivó un “recurso de queja” que la Corte desestimó por no estar dirigido contra una sentencia definitiva.
