El presidente Alberto Fernández disertó este martes ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebra en Nueva York.
Para su exposición, el Presidente estuvo acompañado por la primera dama, Fabiola Yañez; la embajadora ante la ONU, Maritza Squeff; el canciller Santiago Cafiero, el embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, el secretario presidencial, Julio Vitobelo y la portavoz, Gabriela Cerruti.
El mandatario abrió su discurso haciendo referencia al ataque contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias. Fundados en el rechazo o el odio hacia las víctimas, quienes perpetraron semejantes acciones quebrantaron la paz pública y abrieron las puertas a enormes disputas sociales. Pueblos enteros sucumbieron detrás de esos profetas del odio”, comenzó.
“En la Argentina el intento de asesinar a la vicepresidenta no solo afectó la tranquilidad pública. También buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida”. Así, acusó a “la violencia fascista que se disfraza de republicanismo” de estar detrás de este atentado.
“Los argentinos construimos el acuerdo del ‘Nunca Más’ al terrorismo de Estado y a la violencia política”, destacó el jefe de Estado. “Valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad”.
Posteriormente, Fernández se refirió a la pandemia de coronavirus y aseguró que “transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial”.
En esta línea, lanzó dos cuestionamientos: “¿es justo que la fortuna de solo 10 hombres representen más que los ingresos del 40 % de la población mundial?” y “¿es ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos?”.