Pasaron 36 años de uno de los hechos más inéditos de la historia de nuestro país. Un acontecimiento que marcaría a fuego la historia de los argentinos. Un hecho de democracia pura y un símbolo de recomposición institucional.
El 9 de diciembre de 1985, luego de ocho meses de juicio, finalmente se dictaba la sentencia del Juicio a las Juntas. El proceso había sido impulsado dos años antes por Raúl Alfonsín, quien cinco días después de asumir a la Presidencia de la Nación el 10 de diciembre de 1983, a través de los decretos 157 y 158 ordenaba enjuiciar a los integrantes de la junta militar que usurparon el gobierno de la Nación el 24 de marzo de 1976 y a los integrantes de las dos juntas militares subsiguientes.
Durante el juicio se presentaron más de 800 testigos y se recogieron 709 casos de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). Todo el proceso judicial estuvo signado por amenazas a fiscales, funcionarios, jueces y a los testigos.
El lunes 9 de diciembre de 1985, se transmitió por televisión el fallo de la justicia en el cual se expusieron los fundamentos para condenar a los integrantes de la junta militar por “procedimientos clandestinos e ilegales”. La Cámara Federal conformado por los jueces Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio, condenó a cinco de los nueve acusados. El fallo identificaba los delitos de: detención ilegal, secuestro, homicidio, tortura y la reducción a la servidumbre.
Aquel día el juez León Arslanián leyó la sentencia a los excomandantes. Se condenó a prisión perpetua a Jorge Rafael Videla y a Emilio Eduardo Massera. A 17 años de prisión a Roberto Eduardo Viola. A 8 años de prisión a Armando Lambruschini. A 4 años y 6 meses de prisión a Orlando Ramón Agosti. Arslanián terminó de leer el fallo y agrego: “Señores jueces, quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria, quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces, NUNCA MÁS”.