La Dirección de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense detectó que 22 miembros de la fuerza estaban drogados mientras prestaban servicio. Los estudios toxicológicos sorpresivos se realizaron entre noviembre de 2018 y febrero último a 723 uniformados en 14 dependencias de La Plata, Avellaneda y Quilmes. El resultado fue que doce agentes habían consumido cocaína, ocho marihuana y dos, psicofármacos.
Cuando se detecta que un policía de la fuerza consumió sustancias prohibidas se le abre una carpeta médica y se les da licencia, deben entregar su arma reglamentaria y empezar con un tratamiento de rehabilitación.
El auditor general de Asuntos Internos de la fuerza Guillermo Berra explicó a La Nación que las pruebas se hicieron en las dependencias de las que se habían concentrado denuncias y sumarios. “El hecho de encontrar estos resultados positivos no llama la atención”, afirmó el funcionario.