Un grupo de científicos ha podido obtener por primera vez “pruebas directas” de la recuperación de la capa de ozono.
El descubriemiento fue posible gracias a la ayuda de instrumentos diseñados por la NASA que se encuentran a bordo del satélite Aura.
Los datos obtenidos durante la observación muestran una reducción significativa en los niveles de clorofluorocarbonos, lo que habría provocado una reducción de cerca del 20 % en el deterioro de la capa de ozono.
“Hemos podido ver claramente que el cloro de los CFC se está reduciendo en el agujero de la capa de ozono, y que la pérdida de ozono se está frenando por ello”, declaró Susan Strahan, responsable del proyecto y científica atmosférica de la NASA .
Se espera que para el año 2070 el agujero haya recuperado los niveles de 1980, ya que se prevé que los clorofluorocarbonos continúen decreciendo.